lunes, 15 de febrero de 2016

Un poste kilométrico

Cuando la mayoría de las carreteras eran de doble sentido, las autopistas escaseaban, las señales de tráfico eran pocas y la mayoría de ellas estaban en mal estado, había en muchas carreteras unos postes (llamados mojones) hechos de hormigón con los que podíamos conocer el kilómetro en el que nos encontrábamos.


Hoy en día podemos ver algunos de ellos, pero la mayoría han sido sustituidos por otras señales mucho menos glamurosas cuyo coste es mucho menor y seguramente realizan la misma función.
En este proyecto que os mostramos hoy estamos decididos a reproducir a escala real uno de estos elementos que han formado parte del paisaje de nuestras carreteras durante muchos años.
Buscando en internet hemos encontrado una página (Carreteras Históricas) donde se reproducen fielmente las medidas de este característico elemento, por lo que en esta ocasión nuestro punto de partida es realmente inmejorable y disponemos de mucha información técnica para realizar nuestra particular reproducción:


Simplemente echando una ojeada al plano podemos comprobar que no va a ser fácil reproducir en cartón el modelo, ya que la "cabeza" del mojón es esférica. Como podéis imaginaros, las figuras esféricas no pueden crearse con planchas de cartón sin aplicar alguna trasformación.
Para podernos aproximar al modelo, tenemos que echar mano de un tipo de figuras especiales llamadas figuras de revolución, donde partiendo de una plantilla plana, podemos crear un figura curva simplemente girándola varias veces alrededor de un eje central:


El mojón kilimétrico puede definirse como una semiesfera truncada por 3 lados. Esa semiesfera puede construirse como una figura de revolución partiendo de un cuarto de círculo que gira sobre uno de sus ejes. Sólo queda ponerle un poco de imaginación. En este montaje podéis ver como hemos ideado la parte superior del poste:


Cuanto más piezas coloquemos más se irá aproximando a una esfera. Los huecos que quedan entre ellos se rellenan con cartón fino que luego quedará oculto bajo el papel kraft. Los laterales de nuestro poste kilométrico son más sencillos de diseñar. Dos de ellos mostrarán el rótulo de la carretera y el tercero será liso, ya que no se va a ver en ninguno de los sentidos de circulación:


El siguiente paso en el proceso fue montar todas las piezas. Se construyó un esquelto interior que reforzó el conjunto y además, antes de cerrarlo totalmente decidimos pintar los huecos donde irá el nombre de la carretera, porque una vez acabado sería mucho más difícil hacerlo con la misma precisión:


Los pasos siguientes consistirían en cerrar todos los huecos y posteriormente forrar con papel kraft:



El objeto está ya prácticamente acabado. Pintamos de blanco y rojo el conjunto según los planos.


Para ir acabando tenemos que diseñar los rótulos que identifican a la carretera nacional y al punto kilométrico respectivamente. Basándonos en una foto de un poste kilométrico de la nacional 401, buscamos el tipo de letra que más se le ajusta, para dar mayor realismo al resultado:



Y quizá os estaréis preguntando el motivo de por qué realizar este objeto y por qué escoger el kilómetro 38 de la N-401. La razón es bien sencilla. 
Este proyecto va destinado al atrezzo de una obra de teatro que se representará próximamente y  donde los personajes de la obra se reúnen en una fonda de Illescas, un pueblecito situado en la entonces N-401 (ahora sustituida por una autovía), que pasaba por Toledo antes de acabar en Madrid.
Una de las escenas de la representación se sitúa justamente en plena carretera y por eso era importante que se mostrara uno de los objetos más representativos de nuestra geografía española en épocas pasadas.