domingo, 2 de marzo de 2014

Ni pobre ni rico, sino todo lo contrario (2/3)

Como ya comentábamos en la anterior entrada del blog, nos comprometimos a fabricar una cómoda para una obra de teatro, que debía tener un aspecto antiguo, ya que la pieza se ambientaba en los años 30.
Si con los bancos teníamos el problema del tamaño a la hora de plantearnos el traslado, con la cómoda no iba a ser menos. Este tipo de piezas que son muy cuadradas, siempre presentan inconvenientes a la hora de llevarlas en el coche.
Por ese motivo, y teniendo en cuenta que no necesitábamos que fuera útil, al plantearnos cómo hacerla llegamos a la conclusión de que iba a ser "falsa", es decir, en apariencia tendría 3 cajones pero en realidad ninguno de ellos se abriría. Iba a ser un trampantojo.
A la hora de añadir los pomos de los cajones, después de mucho cabilar, llegamos a la misma conclusión: ¿por qué poner unos pomos reales cuando podemos poner la foto de unos pomos reales?. Este iba a ser el sugundo trampantojo.
En estas fotos podéis ver el proceso de fabricación y el resultado final:








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