Si trabajas con un material que ocupa bastante espacio, como es el cartón, y además la faena la haces en tu propia casa, y no en un lugar aparte, en cuanto te despistas tienes la casa invadida de material que has ido recogiendo para próximos proyectos.
Por otra parte, el cartón en pequeñas cantidades no ocupa demasiado y es manejable, pero en cuanto empiezas a elaborar objetos tridimensionales con él y a formar volúmenes, aquello crece exponencialmente y sin darte cuenta empiezas a no caber en tu propia casa.
Cuando vas a hacer algo de gran tamaño debes calcular que una vez acabado quepa por la puerta, quepa en el ascensor, quepa en el coche ... en fin, QUE QUEPA y sea manejable.
En el caso de la fabricación de muebles, cuando se ha dado el caso, lo teníamos claro: si es muy grande hacerlo en varias piezas.
En el caso de la fabricación de letras, los tamaños que manejamos hasta el momento no presentan ningún problema de manejo.
Pero, lo que son las cosas, a raíz de una propuesta que nos hicieron, nos propusimos ir un poco más allá e intentar hacer una letra "gigante".
Bueno, gigante quizá sea exagerar un poco, pero para que os hagáis una idea, la pretensión era que la letra midiera un metro de alto ... un tamaño fuera de lo habitual para lo que estamos acostumbrados.
Aquí dejamos fotos del proceso de elaboración en sus distintas fases:
Pero, lo que son las cosas, a raíz de una propuesta que nos hicieron, nos propusimos ir un poco más allá e intentar hacer una letra "gigante".
Bueno, gigante quizá sea exagerar un poco, pero para que os hagáis una idea, la pretensión era que la letra midiera un metro de alto ... un tamaño fuera de lo habitual para lo que estamos acostumbrados.
Aquí dejamos fotos del proceso de elaboración en sus distintas fases:
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