Definido por la
revista "Time" como uno de los arquitectos mas innovadores del mundo en la
actualidad, Shigeru Ban ganó su paso a la
fama por su manera poco convencional de abordar la arquitectura y su especial
interés en la búsqueda de materiales estructurales alternativos.
Nacido en Tokio, en
1957, cursó sus estudios de arquitectura en California y Nueva York. Tras su etapa formativa regresa a su ciudad natal y empieza a experimentar
con materiales que nunca antes habían sido usados para construir.
La oportunidad de
mostrar al mundo que se puede construir con materiales ligeros y baratos llega
en 1995, cuando, como respuesta al terremoto ocurrido en Kobe, Japón, Ban
construye una serie de viviendas de emergencia y, más adelante, una iglesia,
con un singular material: tubos de cartón.
Este par de proyectos, sencillos y económicos, fáciles de montar y
desmontar, reutilizables, ecológicos, con uso de materiales de fácil
disposición y sin requerimientos tecnológicos, se vuelven el inicio de una
serie de trabajos humanitarios que lo llevaron a ser asesor para la ONU en el
Alto Comisionado para los Refugiados, donde desarrolló
viviendas, instalaciones de primeros auxilios, escuelas y hasta templos de
oración.
Para Ban, el hecho de que la estética y la belleza sean factores atendidos
aún en estas dramáticas condiciones, es esencial para el estado psicológico de
los refugiados. Hablando de arquitectura y migración dice: “Incluso en las
áreas de desastre, como arquitecto, quiero crear edificios bellos, para mudar a
la gente y mejorar sus vidas. Si no lo sintiera de esa manera no sería posible
crear trabajos de arquitectura y hacer una contribución a la sociedad al mismo
tiempo”. Cuando se trata el tema insiste en la ambigüedad entre el
“moverse” emocionalmente de un lugar a otro, y el simplemente “moverse”.
Al mismo tiempo que estos
trabajos, evoluciona con el uso de las estructuras de tubos de cartón en
diversos proyectos como “La casa de papel” formada por 110
tubos. Los diez tubos exteriores soportan las cargas verticales, mientras que
los tubos interiores, colocados en forma de “S” para un mejor trabajo
estructural, absorben las fuerzas laterales.
Otra de sus grandes obras es la llamada "Catedral de cartón" construida en Christchurch (Nueva Zelanda) donde se enfrentó al reto de levantar en poco tiempo una gran estructura que sirviese para sustituir a la icónica
catedral, dañada por el terremoto que asoló las islas en el año 2011,
durante el tiempo que durasen las reparaciones en la misma, estimado de
modo aproximado en diez años. Para ello utilizó una
base realizada con ocho contenedores metálicos sobre los que dispuso la estructura en forma de V invertida realizada con tubos de cartón
tratados para evitar la
humedad.
Aunque os hemos hablado extensamente sobre él, si seguís teniendo curiosidad por conocer mejor a este "maestro de la arquitectura en cartón" podéis hacerlo en su página web.
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